Hacer más.
Llegar a todo.
Ser tu mejor versión.
Ser más productivo.
La frase que antes tanto me gustaba y que ahora he trascendido «do what you can’t».
Estos días me están sirviendo para volver a mi, para seguir trabajando en no perderme en la rueda de un continuo hacer sin escucharme.
Soltar el cansancio de hacer demasiado.
Pensar demasiado.
Dejar para más tarde todo porque no hay nada tan urgente como vivir y no solo existir, que no es lo mismo.
Soltar el «puedo con todo» que tanto exige y nunca llega.
Sentir cuando es nuestro momento, abrazar los ciclos, las emociones, los sentimientos.
Soltar el control, aprender a bailar y a fluir.
Descansar, darte espacio.
Darle la importancia a esos pequeños momentos que te das y que tanto te nutren y necesitas.
Priorizarte para saber dar y amar de verdad.