Es más fácil sufrir que cambiar, qué frase…
Pensamos que los demás son los responsables de nuestra infelicidad.
Necesitamos mirar hacia adentro, hacernos cargo de nuestras propias emociones y decisiones.
No somos árboles, aunque a veces parezca que tengamos raíces, sobre todo en el cerebro.
Estoy acostumbrado a hacer lo que he hecho siempre.
Es tan fácil decir: “ yo soy así” “el que quiere que me quiera y el que no ya sabe lo que tiene que hacer …”
Y de repente me responsabilizo, despierto, actúo.
Y yo, que pensaba que la vida era «así”.
Y se produce una revolución en mis neuronas, formando nuevas conexiones.
Se crea otra vida, más inclusiva, compasiva, más consciente.
Una vida que no excluye el dolor o la tristeza.
Una vida que abraza las emociones, los cambios, los estados de ánimo, el cuerpo en todas sus fases.
Des-acostumbrarnos, reciclarnos y renovarnos mientras nos re-conocemos.