Permitirte sentir.
Permitirte estar mal.
Permitir que lo que sientas sea una prioridad que mostrar y que defender.
Darte cuenta de que a veces te comes lo que no es tuyo y que lo tuyo pasa a segundo plano.
Por qué el problema del otro siempre es prioritario sobre el tuyo.
Por qué a veces cuesta tanto aprobarnos.
No es nuestro deber resolver todos los problemas y menos cuando te has sentido herido por alguna situación.
Cuántas veces nos hacen daño y esas mismas personas acaban siendo las ofendidas?
Si alguien se siente herido por algo que has hecho, valida lo que siente. Retrocede. Y luego si quieres te justificas, pero honra lo que la otra persona está sintiendo.
No pidas perdón cuando te hagan daño.
Puedes llorar, necesitar espacio, expresar tu dolor. Sentirte dolido.
Respirar. Esperar a que las aguas vuelvan a estar calmadas. No seguir en la continua lucha del ego, la crítica y la razón.
Confía en tu intuición.
Nadie puede sentir por ti .
Confía en ti, pon límites.